Reflexiones
sobre cegueras, plegarias y compasiones.
Tras un largo periodo de tiempo
fuera de la blogosfera, me di la tarea (mas bien el gusto) de hacer un
ejercicio de lectura de las reflexiones de viejos amigos. Quise echar un
vistazo a sus publicaciones en la red con la intencion de simplemente recrearme;
atencion al término, pues esa recreacion
que buscaba como distraccion, me llevo a un re-crearme como un volver a hacerme,
un re-conocerme a traves de los planteamientos de personas cuya agudeza obliga
a preguntarse: ¿y yo, que pienso?
Y es que el tema que por
casualidad me topé, de la fina pluma de Edgar Estrella, es uno de naturaleza
eminentemente arquitectonica: la ventana.
La sola lectura del breve texto
me hizo recordar como un flashazo mi propia experiencia con las ventanas en mi
labor, pero dado que estaba sumergido en el campo literario, automáticamente y con
mayor intensidad me sobrevino el recuerdo de una ávida experta en el tema: Harmida Rubio y sus mini historias de ventanas.
Leyendo a ambos no pude evitar el reflejar esas sus reflexiones en mis construcciones... Ambos hablan de la
importancia de las ventanas; que si deben ser grandes y como un tamaño generoso
puede ser asunto de vida o muerte para un escurridizo cónyuge, que si sirven
para recibir una serenata nocturna, o bien para mirar el futbol callejero …
He de admitir que cada que mi
lectura avanzaba sobre ese aguacero de ideas que la pareja expone en favor de
las ventanas, un poco de nerviosismo me acusa, porque las ventanas que ahora recuerdo
haber hecho o son muy pequenas, o inalcanzables a la mano, o simplemente no las
hay en mis obras. Según lo que lei cuenta me doy que a traves de mi labor he
minimizado la importancia de tan necesario elemento constructivo, o que al
colocarlas tan alto he alimentado la necesidad de suplicar anhelando por la luz
celestial, es mas, hasta lo que resultaria
peor: haber invocado hasta la misma ceguera al prescindir de ventanas.
Lo siguiente es un ejercicio de echar un vistazo a mi labor, mirándola desde el cristal de las ventanas:
Ventanas de la ceguera.
Casa Cañada. merinosarquitecto. 2010.
A mi memoria viene rapidamente una
casa que construí en la localidad de Miradores (cerca de Xalapa en Veracruz). La faz de dicha
casa es una composicion de muros "ciegos" donde aparece sólo una
minuscula ventana a ras de piso, provocando que la sola idea de ver a través de
ella sea inalcanzable para el ojo humano. ¿Por que hice eso? Me cuestiono
despreocupado (para qué preocuparme? si la preocupación corresponde a lo previo
y la ventana en cuestión ya esta hecha). Pronto hallo respuesta en la
propuesta del blog de Tadeo Senna, donde dice que una ventana ha de ser grande
para permitir la escapatoria de un cónyuge sin ser visto. Para el caso de esta
obra, recuerdo que el encargo vino de una persona en proceso de divorcio, quien
lo ultimo que queria era que el cónyuge se le escapara. La ausencia de ventana-para-escapar
en la fachada ciega que construí cumple entonces el cometido; aquél matrimonio
sigue en pie (tal vez de lucha), aun a pesar de no tener uno de ellos por donde
escapar.
Ventanas de la plegaria.
Casa Olmedo. merinosarquitecto. 2013
Aliviado lo anterior, recuerdo a
aquella otra senora en la entrega de aquella otra casa en Boca del Rio,
Veracruz, diciendome: "con esas ventanas hasta alla arriba no me voy a
enterar de ningún chisme". Y es que las ventanas de su nuevo hogar fueron
colocadas a 2.70 mts de altura, logicamente fuera del alcance de la mano. Pero
la intencion de esas troneras no era dejar salir la vista sino permitir el
entrar de la luz; lo que se queria con ellas era aprovechar la iluminacion natural
indirecta al interior precisamente para beneficiarse de la abundante calidad (y
cantidad) de la luz solar en esa ciudad. Me viene a la mente la otra vez que el
propietario me invito a la casa. Sentados en la sala me confeso que nunca antes
habia dirigido su mirada tantas veces hacia el cielo como las ocasiones en que
podía estar en el interior de la reciente construcción. "Desde aca adentro (me
dijo) me la paso viendo las nubes, para ya estar acostumbrado a eso cuando el-de-arriba" (Dios) me hable pa' que hagamos cuentas".
Ventanas de compasión.
Casa Patzcuaro. merinosarquitecto. 2014.
Hasta alli he librado (mas o
menos) las decisiones de colocar ventanas pequeñas o grandes, bajas o altas, pero aún me queda un
desahogo cuyo pretexto no calculo menos difícil.
En una ocasión, estando dentro de
otra obra que recién termine en el puerto de Veracruz, se alcanzaba a escuchar
desde la calle una conversacion entre vecinas donde una exponía a la otra su
necesidad de ampliar su casa, pero que quería ventanas grandes, no como ésta
casa (mi obra) donde ni ventanas hay. "Con este calor que hace acá no sé a quién
se le ocurre no poner ventanas hacia la calle", decía la otra. Esa vez, como
ahora que recuerdo esa conversacion entre jarochas expertas en el clima porteno,
me hago la misma pregunta: como se me ocurrio no poner ventanas?
Lo que bien se aprende se va al
inconsciente, y el acto aprendido se hace sin la conciencia del saber; dicho de
otra manera: las acciones pasan a volverse hechos automáticamente con el
conocimiento teorico que las sustenta, ya sin siquiera cuestionarlo. Esta obra a
la que aludo se trato de una ampliación de la casa de un odontologo para
instalar alli su consultorio de estomatologia. Recuerdo que entre las
conversaciones que sostuve con el cirujano, en algun momento menciono aquella
maxima de Galeno que decia que las heridas son las ventanas del cuerpo. Esa misma
linea de pensamiento sirvio a Louis Kahn en aquella disertación a sus estudiantes
de arquitectura cuando explicó que aquella vez que el hombre abrió una ventana
en un muro para mirar a traves de el, el muro se sintió mal y se puso triste.
En un acto sumamente compasivo, el hombre decidió adornar tal hueco y asi el
muro se sintió mejor.
Casa Pátzcuaro. merinosarquitecto. 2014.
Acá la idea no era la de
procurarle bienestar al muro, sino al usuario y sus pacientes. El muro ciego
que protagoniza la fachada cumple como protección ante los inclementes vientos
provenientes del norte. De igual manera hace de deflector de la radiacion solar
que calienta por ese mismo lado durante la última tercera parte de la primavera; el periodo de mayor sensación térmica en ésta estación que va del 21 de mayo al 21
de junio, cuando la trayectoria de la tierra respecto del sol hace que el astro
rey se encuentre en las latitudes que circunda el trópico de Cáncer y que, por
la ubicación geográfica de Veracruz, hace incidir radiación solar por el norte de ésta ciudad.
Cumpliendo este muro la funcion
fenoménica (guarecer) de este primigenio elemento constructivo, es como en un
segundo plano se ubica el paramento de
las aperturas, mismo que a su vez se une al muro macizo por otro vano. Decidí no trabajar esas aperturas como ventanas sino como separaciones entre elementos
constructivos. Así, la luz y el aire ingresan entre las oquedades (trabajadas
con vidrio sobre aluminio) que quedan entre dos muros, o entre un muro cuya
altura no llega hasta la losa, o entre dos losas a niveles distintos.
Casa Patzcuaro. merinosarquitecto. 2014.
De ésta manera, el aire cruza libremente por el espacio interior permitiendo una sensación térmica de 3ºC menos que en el exterior. En éste caso las ventanas no sirven para mirar sino para sentir.
Casa Pátzcuaro. merinosarquitecto. 2014.
La luz que que éste espacio requiere para efectuar la labor de su propietario el odontólogo requiere ser de una intensidad constante, dirigida y neutral; artificial pues. Sin menospreciar los defectos de la luz natural respecto a éstos cometidos técnicos, decidí que fuera la misma luz natural la protagonista en la exposición de sus constantes variaciones lumínicas. Para ello hubo que provocar penumbras intencionadas, pero coloreadas para que al paso de la luz los colores tomaran tonalidades distintas y permitieran la sensación de cambio, iluminación, oscurecimiento… como sucede al estar en la calle en un día soleado y sentir cómo baja la intensidad de la luz al interponerse una nube entre el sol y nosotros, creando así una ficción de interior como exterior. Para éste caso, las ventanas no sirven para mirar sino para imaginar.
Casa Pátzcuaro. merinosarquitecto. 2014.
Esa relación entre interior y exterior no estaría completa sin la imagen del exterior enmarcada desde ese interior de éste espacio diáfano, euclidiano y abstracto como el cubo que geométricamente hablando es. Su contraparte la naturaleza, el sol, las palmeras y la vegetación tropical. Atendidos, primero, los otros cuatro sentidos, toca a la vista encontrarse nuevamente con su amiga la ventana, que ésta vez no sirve para mirar, sino para transportarse.
Puede que las ventanas sigan siendo ese elemento misterioso de múltiples acepciones, de variada interpretación, de más de una función. Queda a cada quién la elección no sólo de su disposición o dimensión, sino del diálogo que ésta permitirá establecer entre el espacio, quien lo ocupe y sus sentidos, queda a cada quién entonces pensar que las ventanas no son sólo para mirar, sino para…
Referencias:
http://taddeosenna.blogspot.mx/2014/07/ventana.html
http://www.uv.mx/universo/100/arte/arte05.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Galeno
http://mayradelcisne.wordpress.com/2012/08/25/origen-del-muro-las-aberturas-y-las-columnas-louis-kahn/
Referencias:
http://taddeosenna.blogspot.mx/2014/07/ventana.html
http://www.uv.mx/universo/100/arte/arte05.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Galeno
http://mayradelcisne.wordpress.com/2012/08/25/origen-del-muro-las-aberturas-y-las-columnas-louis-kahn/
1 comentario:
Merinos, contento descubri que alguien había visitado mi blogg y mas que había sido un viejo amigo en la bloggosfera..., es un gusto tenerte de regreso y saber que estaras enriqueciendo el tema de la arquitectura., siempre hace falta reflexionarla y muy pocos lo hacen con rigor. Saludos!
Publicar un comentario